Son numerosas las comunidades de vecinos en las que existen problemas por transmisión de ruidos procedentes del cuarto de instalaciones del grupo de presión (bomba de agua).

En la mayoría de los casos se debe a transmisiones de vibraciones generadas por la rotación de los motores, que están fijados rígidamente al suelo o paredes, transmitiendose de esta forma la vibración a través de los elementos constructivos del edificio (paredes, techos, pilares, etc.), y llegando a las viviendas en forma de ruido aéreo.

En otros casos el problema es por un error en fase de proyecto, por una mala ubicación de estos recintos, situándolos junto a dormitorios o zonas de estancia en las plantas bajas de los edificios.

En el primer caso la solución es sencilla, basta con calcular e instalar el amortiguador adecuado, e insertarlo en la base de la instalación, de forma que este elemento absorba las vibraciones y no se transmitan al edificio.

En el segundo caso la solución es sencilla pero menos económica, ya que conlleva insonorizar la sala de máquinas o disminuir el nivel de emisión mediante la instalación de materiales absorbentes.